Planos de 1989

En el proyecto inicial la biblioteca constaba de un sótano y dos plantas:

  • En el sótano se ubicarían los servicios de encuadernación, talleres, carga y descarga, etc.
  • La planta baja se dedicaba a la sala de lectura de alumnos y servicios técnicos.
  • En la planta alta, a ambos lados de la gran bóveda central, irían las bibliotecas de los departamentos, comunicada con éstos por pasarelas.

La superficie construida era de 9 300 m2

Cada  planta tenía una altura de 4,95 metros, de forma tal que permitiera en el futuro ampliaciones con dos forjados intermedios.

Alzado de las pasarelas a los departamentos

En el proyecto de 1989 estaban previstas seis pasarelas cubiertas que comunicaban la primera planta de la biblioteca, dedicada a las bibliotecas departamentales, con los diferentes departamentos.

Finalmente se descartaron debido a que era muy difícil y costoso asegurar el control de los fondos bibliográficos y, además, porque no estaba previsto en la organización bibliotecaria mantener las diferentes bibliotecas departamentales.

Aunque se descartaron las pasarelas, aún perduran las características ventanas en la planta primera de la biblioteca y de los departamentos.

Boceto de la primera planta de abril de 1991

En enero, abril y octubre de 1991 el equipo de arquitectos presentó diferentes propuestas que iban recogiendo las modificaciones que se iban negociando a raíz de los informes redactados por la Biblioteca para que el edificio se adaptara a las necesidades de una biblioteca universitaria.

En abril de 1991 se presentó la propuesta de ubicar en el piso primero de la biblioteca un jardín interior. La propuesta se descartó.

Planos de mayo de 1992

Terminadas todas las negociaciones a finales de 1991, se acepta el proyecto. Las principales diferencias de los planos originales con los presentados en mayo de 1992 son:

  • Se descartan las pasarelas de acceso a los departamentos.
  • Se aumentan los metros de superficie construida hasta 13 500 m2. El edificio se hace más ancho, se añade una planta más y se construye un solado continuo en el ala norte de la primera y segunda planta.
  • Se hace un aprovechamiento distinto de los espacios. Se aumentan los puestos de lectura, se aísla el amplio vestíbulo de las zonas de estudio e investigación para evitar ruidos, se ubican los espacios de trabajo técnico y directivo en un extremo del edificio, se reduce el número de aseos y escaleras y se habilitan salas de descanso.

Con estos cambios se pretendía adecuar el edificio a las necesidades de una biblioteca universitaria, teniendo en cuenta el número de alumnos, el volumen de las colecciones y los espacios requeridos para la gestión, los servicios y los procesos técnicos.

La bóveda de Boullée

Foto de la Biblioteca Digital Gallica

La cubierta de la biblioteca es una gran bóveda de cañón de veinte metros de diámetro, inspirada en la proyectada por el arquitecto de la Ilustración Etienne Louis Boullée (1728 - 1799) para la ampliación de la Biblioteca Nacional de París de 1785 y que nunca se llevó a la práctica a pesar de ser citada recurrentemente en las publicaciones de arquitectura.

La bóveda de la biblioteca es una ligera estructura metálica que gracias a la abertura central que la recorre se consigue una iluminación cenital indirecta.

En un principio el círculo de la bóveda era tangente al suelo formando un círculo perfecto, pero cuando se amplió el edificio y se añadió la segunda planta, la bóveda fue peraltada.

Alzado de la fachada de 1992

Una de las ideas claves del proyecto de la biblioteca era la luz. Además de la iluminación cenital desde la bóveda, ésta proviene de los amplios ventanales de las fachadas menores de la biblioteca, que permiten la entrada de luz natural y están provistos de un sistema de oscurecimiento para tamizarla los días soleados.

El ventanal de la fachada sur aumenta la perspectiva de la sala de lectura abriéndose hacía el espacio ajardinado del campus rematado por el edificio del rectorado, hasta alcanzar en el horizonte la silueta de la Higa de Monreal.

Las columnas que dividen los ventanales de ambas fachadas unen su estilo a las utilizadas en la fachada e interior del aulario.

La fachada evoca un libro desplegado desde el que se proyecta la luz y el saber.